La enfermedad periodontal es causada principalmente por una acumulación de placa bacteriana en los dientes y las encías. La placa bacteriana es una película pegajosa que se forma constantemente en nuestros dientes y, si no se elimina adecuadamente con una higiene oral adecuada, puede irritar las encías y causar inflamación. Con el tiempo, esto puede llevar a la enfermedad periodontal, que afecta los tejidos y estructuras de soporte alrededor de los dientes.

Los síntomas comunes de la enfermedad periodontal incluyen encías rojas, inflamadas o sensibles, sangrado de las encías al cepillarse o usar hilo dental, mal aliento persistente, retracción de las encías, sensibilidad dental y movilidad de los dientes. Si experimentas alguno de estos síntomas, es importante buscar atención periodontal para un diagnóstico y tratamiento adecuados.

El tratamiento periodontal se realiza utilizando técnicas y anestesia local para asegurar la comodidad del paciente. Durante los procedimientos, es posible que sientas alguna molestia leve, pero generalmente es tolerable y se puede controlar con analgésicos. El equipo de profesionales periodontales se esfuerza por brindar un tratamiento lo más cómodo y libre de dolor posible.

Sí, es posible prevenir la enfermedad periodontal manteniendo una buena higiene oral. Esto implica cepillarse los dientes al menos dos veces al día, usar hilo dental diariamente, evitar el consumo de tabaco y visitar regularmente a un periodoncista para exámenes de rutina y limpiezas profesionales. Además, llevar una dieta equilibrada y reducir el estrés también puede contribuir a la salud periodontal.

La duración del tratamiento periodontal depende del tipo y la gravedad de la enfermedad. Algunos tratamientos, como una limpieza dental profunda, pueden completarse en una sola sesión, mientras que otros, como la cirugía periodontal o la regeneración de tejidos, pueden requerir varias visitas. Tu periodoncista podrá proporcionarte un cronograma estimado basado en tus necesidades específicas de tratamiento.